Hasta la fecha, los superdeportivos estaban ensamblados a partir de motores enormes y ruidosos. Sin embargo, las empresas cada vez más, buscan hacer de sus modelos más costosos, vehículos que apenas consuman, con emisiones de co2 minúsculas, sin sacrificar por ello la potencia o la velocidad.
Hoy en día, salen muchos vehículos eléctricos al mercado, pero ninguno de ellos ofrecía la sensación de pilotar un monstruoso V12....hasta la aparición del Volar-e.
Se trata de un modelo que fabricó la empresa española Applus+Iada, con sede en Tarragona, gracias a la financiación de la comisión europea, la cual eligió a esta empresa, para fabricar un vehículo capaz de demostrar que el coche eléctrico puede tener las mismas prestaciones que un deportivo de combustión.
Se eligió el Circuito de Montmeló de Fórmula 1, en Cataluña, para que la empresa presentase el bólido.
Esta máquina produce un total de 1.000 CV de potencia. Esto es posible gracias a cuatro motores independientes en cada rueda. Cada uno de ellos produce 102 mkg de par, lo que logra que el modelo alcance los 300 Km/h en tan solo 14 segundos, y acelere de 0 a 200 en tan solo 8.
Sin duda, son prestaciones de infarto para un vehículo de 4´25 metros de longitud y 1.700 Kg de peso.
En el caso de las baterías, estas se recargarán cuando el coche frene o decelere. También se le equipará con un modo de recarga ultrarápida que logrará restaurar la energía por completo en tan solo 15 minutos.
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